Madrid, 19 mar (EFE).- El estadio de El Molinón fue el escenario donde el Atlético de Madrid recibió la puntilla casi definitiva en su intento por ganar la Liga, prácticamente en manos del Barcelona gracias a la victoria del Sporting por 2-1 que puede dejar a los hombres de Diego Simeone a once puntos de distancia del cuadro azulgrana, que este domingo visitará al Villarreal.
La explosión de alegría tras el pase rojiblanco a los cuartos de final de la Liga de Campeones se vino abajo pocos días después del penalti de Juanfran que eliminó al PSV Eindhoven. Toda la euforia europea dio paso a una decepción que parecía anunciada, con el Barcelona intratable desde hace meses y el Atlético a rebufo con mucho mérito.
El choque ante el Sporting era una arma de doble filo para un grupo de jugadores que podían acusar el cansancio de los 120 minutos europeos. Pero, sobre todo, se vieron las caras frente a un equipo muy necesitado de puntos, con el descenso muy cerca y que tenía que ganar tras el pinchazo del Getafe el día anterior (1-1 frente al Eibar).
Aún así, el Atlético aguantó hasta los últimos diez minutos del partido. Aunque durante mucho tiempo vivió del golazo de Antoine Griezmann, que en la primera parte mandó a la escuadra de la portería del Sporting una falta lanzada de forma magistral, después especuló con ese tanto y al final lo pagó con el arreón final del cuadro de Abelardo Fernández.
El paraguayo Antonio Sanabria, también de falta, y Carlos Castro, en el minuto 89, se encargaron de sentenciar al Atlético de Madrid, que, por la gran temporada del Barcelona, estaba escribiendo la crónica de una muerte anunciada en su lucha por el título de Liga.
Esos dos goles del Sporting apretaron la pelea por no descender. El cuadro asturiano se quedó a un punto del Getafe, que, tras el encuentro que empataron Granada y Rayo Vallecano 2-2, acabó el sábado como el último equipo que descendería en estos momentos a Segunda División.
El estadio de Los Cármenes vivió uno de esos choques de infarto, en el que cualquier fallo podía ser definitivo par Granada o Rayo Vallecano. El conjunto de Paco Jémez, que siempre fue a remolque en el marcador, pudo rentabilizar su buen juego y la expulsión de Isaac Success a veinte minutos del final.
Primero marcó el marroquí Youseff El Arabi y, justo antes del descanso, Pablo Hernández estableció el empate con un remate desde dentro del área. En la segunda parte, El Arabi, tras un penalti clarísimo cometido por el portero Juan Carlos, hizo el 2-1. Sin embargo, la salida del terreno de juego de Success espoleó al Rayo que, tras la diana de Zé Castro en el 87, pudo ganar con un par de ocasiones muy claras de Embarba y Pablo Hernández.
El empate de Rayo y Granada benefició al Las Palmas, que continuó con particular ascenso hacia el cielo. En San Sebastián, ante la Real Sociedad, ganó 0-1 y consiguió su cuarta victoria en cinco partidos en una racha solo interrumpida por la derrota la pasada jornada ante el Real Madrid.
Los canarios mostraron su buen estado de forma ante un equipo que vive aburrido en la zona media de la tabla y que fue derrotado con un gol de Willian José, que marcó con un libre indirecto dentro del área poco después de que su compañero Jonathan Viera fallara un penalti. El tanto del jugador canario dejó a Las Palmas cinco puntos por encima del descenso. Poco a poco, y paso a paso, se acerca a la permanencia.
En Riazor el Deportivo tenía el deber de romper una racha de tres meses sin conocer la victoria. Desde la renovación del técnico Víctor Sánchez, los gallegos sumaban, antes de recibir al Levante, 15 partidos oficiales sin ganar con 8 empates y 7 derrotas. El equipo de Joan Francesc Ferrer «Rubi», podía ser la víctima perfecta para acabar con esa racha tan negativa.
Sin embargo, el colista de la Liga, aunque se atrincheró muy bien, acabó perdiendo 2-1. Primero marcó Luis Alberto para el Deportivo al final de la primera parte. Después, el italiano Giuseppe Rossi igualó la contienda con un golazo. Fue su cuarta diana desde que llegó en invierno a España y no sirvió para dar puntos al Levante.
El portero Diego Mariño, en propia meta tras un disparo de Lucas Pérez, se encargó de certificar la última plaza de su equipo. El Deportivo, por fin ganó y dejó el descenso a 8 puntos. La salvación está más cerca para los gallegos.
El Benito Villamarín echó el cierre a la sesión del sábado sin contemplar la victoria de su equipo. Todo lo contrario, el Betis cayó ante el Málaga (0-1) en el derbi andaluz. Un gol de Ignacio Camacho en el tramo final, en una acción a balón parado que acompaño una mala salida de Antonio Adán, proporcionó la segunda victoria seguida al equipo de Javi Gracia, que solo se había impuesto en uno de sus cinco últimos partidos. Ahora se arrima a los puestos europeos.
El Betis se topó con el acierto del meta mexicano Guillermo Ochoa, que desbarató las ocasiones de Rubén Castro. Es el segundo revés consecutivo del cuadro de Juan Merino, que había enderezado su rumbo hasta que cayó ante el Athletic el pasado fin de semana.