España

Zidane, Piqué, Lucas-Monsalve y Peñaranda

Madrid, 3 abr (EFE).-

Madrid, 3 abr (EFE).-

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— ZINEDINE ZIDANE.

Los grandes duelos marcan para bien o para mal a los entrenadores y Zidane se sometía a un durísimo examen en el Camp Nou del que salió reforzado. Fue el gran triunfador del Clásico. Apostó por un planteamiento conservador de inicio, de líneas juntas y esfuerzo colectivo, para acabar explotando su momento y las cualidades de una plantilla nacida para correr con espacios. Acabó consiguiendo lo que muy pocos logran, aún menos en el estadio del Barcelona, minimizar la cantidad de virtudes del actual mejor equipo del mundo.

Necesitaba un triunfo de esa dimensión. Zidane desató el estado de optimismo con su llegada, cambiando de golpe el ambiente crispado con Rafa Benítez, pero los resultados a domicilio y la falta de empaque del Real Madrid en los duelos grandes, cuando cayó de nuevo en el Santiago Bernabéu ante el Atlético de Madrid, generaban cierto aire de desconfianza en torno a la figura de un novato de los banquillos. Sale reforzado del estadio más difícil, corta una racha infinita de partidos sin perder del Barcelona, y pase lo que pase con el sueño de la Undécima, se ganó la opción de ser el entrenador que de forma al próximo mega proyecto blanco.

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— GERARD PIQUÉ.

Se ha convertido Piqué en el termómetro del barcelonismo, el futbolista que mejor refleja las alegrías y las tristezas. En el Clásico pasó por todos los estados de ánimo posibles. Había reconocido hace días en uno de sus famosos Periscope que lo que más le pone es marcar al Real Madrid. Se lo recordó a Iker Casillas, en aquel remate para colaborar en un histórico 2-6 en el Bernabéu.

Y repetía protagonismo con un testarazo que daba luz a un duelo de sombras y ausente de fútbol hasta el gol del central catalán. Cuando saboreaba la gloria le llegó el error. Pudo hacer más en la jugada del gol del empate, en el origen y en la finalización de Benzema, que remató de media chilena un balón al que saltó Piqué pero que no llegó a tocar. En el segundo vio las intenciones de Cristiano Ronaldo pero no pudo ser el salvador en la línea de gol. Nada duele más a un barcelonista de corazón que perder en su casa ante el eterno enemigo. El homenaje a Johan Cruyff no dejaba el resultado esperado. Gerard, lejos de comportamiento que le han convertido en eterno enemigo madridista, felicitó a sus rivales uno por uno y admitió en sus declaraciones que el Real Madrid fue justo vencedor. Desde la autocrítica también crecen los grandes.

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— LUCAS HERNÁNDEZ / NACHO MONSALVE.

El centro de la defensa del Atlético de Madrid estaba huérfano de líderes. Lesionados los uruguayos Diego Godín y José María Giménez. Un problema en una uña de última hora del montenegrino Stefan Savic. Se especulaba con modificar la posición de Saúl pero el ‘Cholo’ Simeone es un enfermo del trabajo y tiene preparados a jóvenes alumnos que demostraron estar listos para la batalla. De repente Lucas Hernánez, con un puñado de partidos en la elite, y un debutante como Nacho Monsalve, eran los elegidos para mantener la firmeza defensiva rojiblanca.

Paradojas del fútbol el tanto en contra llegó con un error del que nunca falla, el portero Oblak, y los centrales estuvieron a gran altura. El examen del goleador Rubén Castro y el rápido Musonda no era sencillo pero tuvieron aplomo, no se complicaron y disfrutaron de la oportunidad. Para Monsalve se convirtió en un día inolvidable. Su debut con el primer equipo, en el Vicente Calderón. «Transmitió tranquilidad y confianza», reconoció Simeone. Palabras de cariño para un nuevo canterano que asoma por el primer equipo y sueña con afianzarse. De momento ya guarda para siempre una camiseta que siempre será uno de los grandes recuerdos de su carrera.

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— ADALBERTO PEÑARANDA.

Sandoval tuvo claro que antes de pedir refuerzos en el mercado invernal lo que quería era dar continuidad a una joven perla de la que se considera descubridor. Peñaranda siempre apuntó maneras pero le faltaba un técnico que apostase ciegamente por él y lo encontró. Tuvo la oportunidad soñada de reivindicarse en la elite. No la desaprovechó y ahora se ha ganado a pulso ser una de las estrellas del Granada.

Ante el Athletic Club, el equipo frente al que debutó, cerró el círculo una vuelta después. En San Mamés rompió su sequía de tres meses sin marcar, no lo hacía desde el 3 de enero cuando dejó su sello al Sevilla, pero lo más importante dio un punto de oro a un Granada que se quiere agarrar de nuevo a la Primera división del fútbol español. Definió como los grandes tras aparecer al espacio. De primeras. Imparable para Gorka Iraizoz. Sus goles dan puntos. La confianza de Sandoval se ve extendida en José González y el descarado chaval de 18 años ya tiene a grandes equipos tras su pista.

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