CONMEBOL

De mal en peor…

El Peñarol uruguayo perdió este fin de semana contra un equipo que terminó con 9 jugadores en cancha y quedó así afuera de la definición del Torneo Intermedio uruguayo.

Esta decepción se suma a su pronta eliminación de la Copa Libertadores y al fracaso en la lucha por el título del Apertura, tres desilusiones en un mismo semestre.

El Peñarol vive un siglo de pocas glorias y, como si fuera poco, acumula tres años sin ganar el clásico a su rival, el Nacional.

El equipo aurinegro dominó hasta la última fecha el grupo A del Torneo Intermedio y tenía grandes opciones de ganarlo en una final ante el Nacional, líder del grupo B, pero el Defensor Sporting lo bajó de esa posibilidad.

El violeta quedó con 10 jugadores cuando ya perdía 0-1 y, a pesar de eso logró dar vuelta el encuentro en el primer tiempo, luego quedó con 9 y aumentó la diferencia en el tanteador, que sería descontada a falta de pocos minutos para el cierre.

El partido ante el Defensor Sporting significó una nueva derrota en un partido definitorio para el curso del equipo aurinegro.

En abril y por el Apertura uruguayo Peñarol vencía al líder Nacional por 1-0 en el Estadio Centenario hasta que en los minutos de adición y con un jugador de menos los tricolores empataron el encuentro y estiraron así su invicto en los clásicos.

Por Copa Libertadores, el Peñarol también perdió en momentos clave: en Brasil empataba 2-2 con Palmeiras cuando en el minuto 9 de los 11 que añadió el árbitro, el equipo local hizo el gol de la victoria.

En Uruguay se volvieron a encontrar días más tarde los mismos rivales y los brasileros volvieron a llevarse la victoria tras remontar en la segunda parte un 2-0.

Esos no fueron los únicos partidos decisivos que perdió el aurinegro porque todavía le quedaba un mínimo margen de clasificar a la siguiente ronda del torneo continental y para ello debía vencer al Atlético Tucumán en Argentina, un equipo que terminó la temporada en el 21º puesto del campeonato de ese país.

Peñarol perdió ese partido por 2-1, lo que hizo que quedara afuera de la Libertadores y sin poder meterse en la Sudamericana.

El aurinegro no logra pasar la fase de grupos de la Copa Libertadores desde 2011, cuando llegó a la final con el Santos.

Pese a todo, el equipo dirigido por Leonardo Ramos mostró una cara distinta a la que habitualmente se vio en este siglo: tiene un estilo de juego bastante identificado con el que quieren los hinchas, se logró mantener casi hasta lo último con posibilidades en los dos torneos locales y logró la mejor versión de algunos jugadores como Nahitan Nández, Hernán Petryk y Yeferson Quintana.

Además, hasta el último instante de los partidos el equipo da la sensación de que puede lograr un mejor resultado, incluso en el encuentro ante el Defensor Sporting, cuando perdía por dos goles y en los descuentos marcó uno y se arrimó hasta el arco violeta en busca del empate.

El Peñarol de Ramos demostró que tiene potencial para salir a pelear por torneos pero debe ser más preciso en los momentos clave si no quiere terminar sin glorias el 2017.

Si el aurinegro gana el Clausura que comenzará en agosto se clasificará a la definición por el Campeonato Uruguayo, corona que consiguió cuatro veces en lo que va del siglo XXI.

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