El partido que se llevará acabo el domingo 9 de diciembre a las 20:30 horas de España requirió de mucha planeación. La operación de máxima alerta superará las medidas habituales de un clásico o derbi. Algunos medios aseguran que se estiman a 2,000 policías involucrados en la operación . La apertura del estadio será sobre las 19.00 horas.
Las 10,000 entradas que se entregarán para Boca y River se recogerán con nombre e identificación y se colocará una pulsera para acceder al estadio, para así eliminar la posibilidad de que ingresen ultras ya fichados y sancionados.
El Paseo de la Castellana se dividirá a primeras horas del domingo en dos zonas con el estadio Santiago Bernabéu como punto intermedio para concentrar en la plaza de Cuzco a la hinchada de River y en el cruce de la calle Raimundo Fernández Villaverde a la de Boca.
Aerolíneas Argentinas anunció que agregarán «dos vuelos especiales», uno exclusivo para hinchas de River y otro para los de Boca, para evitar que compartan avión en el viaje a Madrid.
Messi asistirá al encuentro y se sentará en el palco presidencial, mismo al que se invitó a Cristiano Ronaldo, sin embargo el portugués rechazó la oferta pues, según fuentes cercanas, es muy pronto para el regresar al estadio.
La final de la Copa Libertadores dejará en España un beneficio estimado cercano a los 42 millones de euros.
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