(www.futbolmundial.com) Era el tiempo de revancha para Ángel Di María, después de la temporada 2014, las cosas no habían salido bien del todo en esa que fue su última el Old Trafford con el Manchester United para después marcharse al Real Madrid.
Ahora el argentino regresó a su antigua casa, fue insultado, abucheado, incluso le aventaron una cerveza en un tiro de esquina que fue a cobrar. Pero ello le fortaleció, se consolidó como un peligro por la banda izquierda en relación al ataque del París Saint Germain, puso una asistencia que fue lo que abrió la puerta al triunfo del equipo parisino.
Y el PSG llegó a Old Trafford, con el peso de la historia a cuestas, de que en estas instancias de la Champions League siempre se caen, les tiemblan las piernas, y peor que llegaba a Manchester con un equipo que tenía 27 partidos invicto en su cancha. A ello hay que agregarle la baja por lesión de dos de sus mejores jugadores, Neymar Jr. y Cavani.
PSG llegó y resolvió en el segundo tiempo ante un Manchester United que hizo recordar en algunos pasajes las épocas, muy recientes y llenas de dudas bajo el mando de Mourinho que fue despedido hace menos de dos meses.
Fue en el segundo tiempo que con goles de Prestel Kimpembe a los 53 y de Kylian Mbappé a los 60, que liquidaron el partido, un 0-2 muy pesado, se antoja, para el Man-U en la vuelta que se jugará en el Parque de los Príncipes en París.
