Las altas temperaturas en África siguen aumentando mientras que el futbol no para. A pesar de las quejas de las selecciones, como la de Marruecos, la Confederación Africana deja en claro que los partidos solo se detendrán de llegar a los 40 grados centígrados.
Es precisamente por las olas de calor del verano que la Copa Africana solía jugarse durante los meses de enero y febrero, pero para adaptarse al calendario europeo con cada vez más nombres, como el de Mo Salah y Sadio Mané, participando en ambas; es que se presentó el cambio de fechas.
Con casos como el de Samuel Kalu, jugador nigeriano que pertenece a las Súper Águilas, que fue hospitalizado por deshidratación tras desmayarse en un entrenamiento; o el del partido disputado entre la selección marroquí en el que no se llevaron a cabo dos pausas conocidas como «cooling breaks»,necesarias para que los jugadores se refresquen; las criticas sobre la organización y sus intereses en proteger los ingresos que llegan por Europa y dejar de lado los intereses africanos.
La ola de calor también esta generando una falta de aficionados en los estadios en donde las selecciones disputan los partidos con pocos a casi ningún espectador. Estando aún a unos días del partido final de la competición, que se dará el 19 de julio, la polémica sigue sobre que tan útil realmente esta siendo el cambio de temporada para las estrellas que juegan en las grandes ligas europeas y para los que no.
