El Barça recuperó el brillo en el José Zorrilla en un encuentro que dominó desde el inicio, con un planteamiento que se le atragantó al Real Valladolid, incapaz de frenar el juego de creación constante del cuadro catalán, en el que Leo Messi volvió a ser protagonista y superó el récord de Pelé (643) como máximo anotador en clubes con 644 anotaciones.
Messi empezó a mostrar su poderío con un gran golpeo que se fue a la derecha de la portería de Masip y el tándem Jordi Alba-Pedri, acumulaba buenas acciones. Fue el delantero argentino el que estuvo a punto de inaugurar el marcador, con un fuerte disparo que despejó Masip en una gran intervención.
Fue el primer aviso, que no dejó tiempo al cuadro blanquivioleta a asimilarlo, puesto que, en la jugada posterior, Lenglet conseguía subir el primer gol al casillero azulgrana, con un remate de cabeza tras un perfecto centro de Messi, ante el que el meta local no pudo hacer nada.
El Barça se hizo dueño y señor del juego, y dejó claro que no se iba a conformar con la ventaja. Los vallisoletanos no sabían cómo defender el sistema planteado por Koeman y se vieron asediados de manera constante.
La buena organización colectiva de los catalanes volvió a obtener recompensa y, así, Braithwaite añadía un nuevo tanto antes del descanso, tras ganar la posición y empujar el balón al fondo de la red, en una jugada en la que, de nuevo, Messi, contó con especial protagonismo.
Con ese 0-2, y la sensación de que solo había un equipo en el césped del José Zorrilla, sobre todo, tras el primer gol azulgrana, se llegó al descanso. Total superioridad del Barcelona, que desplegó su mejor versión, tanto en la faceta ofensiva como en la defensiva.
La insistencia culé encontró gratificación, y el astro argentino lograba marcar, tras un gran pase de tacón de Pedri, un jugador determinante en el juego de creación azulgrana. Curiosamente, ese tercer gol llegaba cuando el Valladolid comenzaba a equilibrar la táctica del Barça.