Sin lugar a dudas, México 70 fue la cúspide del “Rey”, con una actuación soberbia por parte de la “Canarinha”. En la final, Brasil arrasó con Italia.
Pelé se encargó de abrir la cuenta con un cabezazo colosal suspendido en el aire, y puso dos asistencias más para que finalmente Brasil ganara 4-1 y se coronara por tercera vez para quedarse con la copa Jules Rimet.