El Eintracht tenía dificultades para superar la primera línea de presión
Aunque los dos goles habían llegado en situaciones con balón parado, el dominio del Bayern era aplastante. El Eintracht tenía dificultades para superar la primera línea de presión, y, cuando lo lograba, se encontraba con frecuencia con contragolpes peligrosos.
En el 23 el tercero estuvo cerca, cuando Thomas Müller, estorbado por Filip Kostic, remató contra el poste a centro de Serge Gnabry desde la izquierda. En el 28 Trapp desvió contra el larguero un remate de Jamal Musiala desde la media luna.
En el 29 finalmente llegó el tercero, marcado de cabeza por Mané a centro de Gnabry desde la izquierda. El penúltimo pase, de Kimmich desde el círculo central, había superado la defensa del Eintrach o lo que quedaba de ella.