El Charlotte FC está viviendo su mejor momento desde que ingresó a la Major League Soccer en 2022. Con ocho triunfos consecutivos, el club de Carolina del Norte se encuentra a una sola victoria de igualar el récord de la liga en la era moderna, establecido por los Seattle Sounders en 2018.
El buen paso ha llevado al equipo a la tercera posición en la Conferencia Este, lo que de mantenerse les daría ventaja de local en la primera ronda de los playoffs.
“No nos dan el crédito que merecemos”
Brandt Bronico, capitán sentimental del club y apodado por la afición como “El Alcalde”, no duda en reconocer la falta de reflectores hacia el equipo:
“Siento que no recibimos tanto crédito como merecemos, pero con nuestra identidad, nuestro estilo y los jugadores que tenemos, somos un equipo muy peligroso que sabe defender y ganar partidos.”
Parte del mérito recae en la dirección de Dean Smith, el tercer entrenador en la corta historia del club, quien ha sabido consolidar un estilo práctico, basado en la solidez defensiva y la capacidad de aprovechar momentos clave.
Pep Biel y Bronico, las claves del éxito
El mediocampista español Pep Biel ha sido el motor ofensivo de Charlotte, sumando 10 goles y 11 asistencias, mientras que Bronico viene de marcar en la victoria 2-1 frente al New England Revolution.
Aunque no siempre juegan el fútbol más vistoso, la mentalidad del equipo es clara: ganar como sea.
“No siempre se trata de jugar bonito. Hay que ser pragmáticos para sacar los resultados”, señaló el técnico Smith.
Lo que viene: Messi y Miami
El próximo reto será monumental: el 13 de septiembre recibirán a Lionel Messi y el Inter Miami en un partido que podría definir si Charlotte iguala el récord de triunfos seguidos en la MLS.
Además, con solo cinco jornadas restantes en la temporada regular, el objetivo de cerrar entre los primeros cuatro lugares del Este está más cerca que nunca.
Charlotte FC está demostrando que es un contendiente serio en 2025. Con una identidad clara y un vestuario unido, ahora buscarán dar un golpe sobre la mesa frente al mejor jugador del mundo.
