SANTIAGO DE CHILE — La Copa Mundial Sub 20 arrancó con drama puro y final de película. Un gol agónico de Ian Garguez en el último segundo le dio a Chile un triunfo 2-1 sobre Nueva Zelanda en la jornada inaugural, desatando la euforia de un Estadio Nacional que vibró hasta el último instante.
Un arranque con sufrimiento y héroes inesperados
El partido comenzó cerrado, sin demasiadas opciones de peligro. Fue hasta la segunda mitad que Nueva Zelanda se encendió: un disparo de Keegan Kelly reventó el poste y el arquero chileno Sebastián Mella se convirtió en figura con una doble parada espectacular ante Luke Brooke-Smith y Codey Phoenix.
Cuando más sufrían los locales, apareció la garra roja. Agustín Arce interceptó un pase erróneo y asistió a Lautaro Millán, quien definió con frialdad para el 1-0. El mediocampista, nacido en Argentina pero con raíces chilenas, volvió a responder en un momento clave.
Nueva Zelanda respondió, pero Chile nunca se rindió
El drama no se detuvo. El suplente Nathan Walker, apenas 59 segundos en la cancha, fue derribado en el área y él mismo ejecutó con calma el penal para empatar 1-1.
Parecía que todo terminaría en tablas, hasta que un error del portero neozelandés dejó la pelota en los pies de Garguez, quien fusiló y firmó un gol histórico que hizo estallar Santiago.
Voces tras la hazaña
“Estoy contento de haber contribuido con un gol. Este grupo no tiene límites, somos un equipo que nunca deja de luchar”, afirmó Ian Garguez, héroe de la noche.
Del otro lado, el técnico Chris Greenacre elogió la entrega de los suyos: “Creo que en la segunda parte jugamos bastante bien, pero ellos supieron aprovechar sus momentos. Estoy orgulloso de mis jugadores y ya pensamos en Egipto”.
