El París Saint-Germain por fin tachó una deuda histórica. En una noche cargada de tensión en Doha, el club francés conquistó su primera Copa Intercontinental tras imponerse al Flamengo en una dramática tanda de penaltis (2-1), luego de empatar 1-1 en el tiempo reglamentario y la prórroga.
Si hubo un nombre propio en la final, fue el de Matvey Safonov. El guardameta ruso se vistió de héroe al detener cuatro de los cinco penales ejecutados por el conjunto brasileño, convirtiéndose en el factor decisivo que inclinó la balanza a favor del campeón de Europa.
Un duelo cerrado, de ajedrez y nervios
El partido fue tan parejo como tenso. El PSG pegó primero al minuto 38, cuando Khvicha Kvaratskhelia rompió el cero y confirmó el dominio parisino en la primera mitad. Flamengo, paciente y ordenado, aguantó el golpe y encontró su momento tras el descanso.
Al 62’, Jorginho no falló desde los once pasos luego de una falta de Marquinhos sobre Giorgian de Arrascaeta. El empate cambió el ritmo del encuentro: más fricción, menos espacios y mucho miedo a cometer el error fatal.
Ni en los 90 minutos ni en la prórroga hubo margen para otro golpe. El título se fue directo a la lotería de los penales.
Safonov, el muro que decidió la final
Ahí apareció Safonov para firmar una actuación memorable. El arquero ruso se hizo gigante bajo los tres palos y frustró una y otra vez a los cobradores del Flamengo. Cada atajada acercaba más al PSG a una corona que se le había negado históricamente.
Desde el arco, Safonov transformó una final cerrada en una noche dorada para el club parisino.
Luis Enrique entra a una élite histórica
La consagración también tuvo un peso especial en el banquillo. Para Luis Enrique, este trofeo significó el sexto título de la temporada, una cifra reservada para muy pocos. El técnico español se convirtió en el tercer entrenador en lograrlo en un mismo curso, después de Pep Guardiola (2009) y Hansi Flick (2020).
Del otro lado, el Flamengo de Felipe Luiz se quedó a un paso de repetir la hazaña de 1981 y también vio esfumarse la posibilidad de romper una sequía sudamericana: ningún club de Conmebol vence a uno europeo en esta competición desde el Corinthians en 2012.
Una noche para la historia
En Doha, el PSG sufrió, resistió y celebró. No fue una final brillante, pero sí histórica. Con Safonov como figura y Luis Enrique al mando, el club parisino levantó un trofeo inédito y cerró una temporada para el recuerdo.
El PSG ya no persigue la historia: empieza a escribirla.