Montevideo, 14 jun (EFE).- El delantero uruguayo Diego Forlán anunció hoy su salida del Peñarol de Montevideo, en el que militó el último año y con el que el pasado fin de semana de proclamó campeón de su país, y confirmó su voluntad de prolongar su carrera en otro lugar «uno o dos años más».
«No jugué en Peñarol, salí campeón con Peñarol (…). Tuve la oportunidad de darme un gusto, de cumplir el desafío más grande de mi carrera, un desafío muy difícil (…). Me voy tranquilo, feliz, yéndome campeón», manifestó en una rueda de prensa en el estadio del conjunto aurinegro, el Campeón del Siglo
«Era un examen, uno de los mas importantes de mi carrera y para mí lo salvé. Así es que estoy feliz, contento, cumplí con la gente de Peñarol, y cumplí conmigo mismo, así que agradecer a todos», destacó el ariete, de 37 años, tras pedir disculpas a los hinchas que esperaban más de él.
«Yo también esperaba mucho más de mí y quiero pedir a perdón a los hinchas que quizás no cumplí sus expectativas, me hubiese gustado meter muchos más goles (…), me hubiese gustado rendir mucho más, sé que puedo rendir mucho más, pero no depende sólo de mí, esto es fútbol, hay muchas variables, no hay lógica», afirmó.
«El fútbol uruguayo no es fácil», recalcó.
Preguntado por los motivos de su decisión de salir del Peñarol cuando aún le restaban seis meses de contrato, Forlán argumentó que el fútbol «es complicado» porque un día las cosas están bien y al otro van mal y se critica, y a su edad «pasar por eso no vale la pena».
«El jugador de fútbol acá no es respetado de la misma manera (que en otros países), tendría que haber un cambio general», dijo Forlán, que deseó que las críticas se hagan «bien» y no «buscando cosas que no hay» para desestabilizar a una persona o a una institución.
Destacó que en el extranjero soportaba mejor las críticas porque se iba de vacaciones a su país y desconectaba, pero que jugando en Uruguay, donde está su casa, su familia y sus amigos, ha vivido situaciones que no vale la pena volver a pasar.
«Es mi país, es mi casa, si me dijeras que yo fuera extranjero cierro la puerta y me voy a mi país, pero acá vivís todo el día y la gente respira fútbol (…) y, por ejemplo, iba a una comida de amigos y no tocaban el tema de Peñarol porque estaba yo en medio y sinceramente no tengo que estar pasando por esa situación, no vale la pena», explicó Forlán.
No obstante, aseguró haber disfrutado su paso por el conjunto carbonero.
«Sinceramente disfruté, estaba feliz. Yo sabía que era un riesgo muy alto, era el desafío más importante de mi carrera y vine convencido, me sentía bien físicamente, estaba en el momento de poder hacerlo y lo disfruté», recalcó.
Indicó que de no haber conseguido el título con el Peñarol se hubiese quedado para lograrlo, pero que se dio ahora y que ha querido darse ese regalo de irse de esa manera del club que quiere y del que es hincha.
Respecto a su futuro, dijo que es difícil saber cuándo es el momento de retirarse, pero que quiere seguir jugando «un año más o dos», aunque no sabe dónde e indicó que no tiene ninguna oferta en estos momentos.
«Me siento con ganas, me siento bien (…) voy a ver qué llega, si no llega me quedo en mi casa, pero la idea es poder jugar, estar feliz», destacó.
El atacante se incorporó a la disciplina del Peñarol en julio de 2015 y desde entonces ha conquistado el Apertura, la Tabla Anual y el Campeonato Uruguayo.
En el Apertura fue el jugador que más minutos disputó de la plantilla aurinegra (1350 en 15 partidos) junto al guardameta Gastón Guruceaga y también fue el máximo goleador del equipo con cuatro tantos, los mismos que Matías Aguirregaray, Luis Aguiar, Cristian Palacios y Diego Ifrán.
En el Clausura, marcó cuatro goles, tres menos que el colombiano Miguel ‘Balotelli’ Murillo, que con siete tantos fue el máximo anotador del Peñarol en ese torneo.
No consiguió ningún gol en la Libertadores, competición en la que los aurinegros cayeron en la fase de grupos.
En la rueda de prensa de hoy estuvo acompañado por el presidente del Peñarol, Juan Pedro Damiani, y por su padre, Pablo Forlán, quien jugó en el club aurinegro entre 1963 y 1970.
