El Barcelona tropezó en su primer partido desde una pausa de siete semanas en la Copa del Mundo cuando el Espanyol empató 1-1 en el Camp Nou en un acalorado derbi catalán que terminó con la expulsión de un jugador de ambos equipos en los minutos finales el sábado.
Barcelona tuvo el control desde el minuto cuatro después de que el defensor Marcos Alonso anotara con un cabezazo. Pero la complacencia de los anfitriones y una defensa acérrima del Espanyol le dieron al delantero Joselu Mata la oportunidad de igualar con un penalti en el 73 después de que Alonso le cometiera una falta en el área.
El juego luego se volvió irritable. El árbitro Antonio Mateu mostró una segunda tarjeta amarilla al defensa del Barcelona Jordi Alba por protestar a los 78 y al Espanyol Vinicius Souza por cometer una falta a un jugador local en el descanso a los 80.
El Barcelona terminará el año, que llega tras 15 de 38 jornadas, por delante del Real Madrid por diferencia de goles en la cima de la liga española. Pero dejar puntos en casa ante un equipo que está un punto por encima de la zona de descenso no entraba en los planes del técnico Xavi Hernández.
“El empate es culpa nuestra. Era importante terminar el año de la mejor manera posible”, dijo Xavi. “El Espanyol estaba emocionado de llegar a los minutos finales con opciones de empatar. Estos son juegos que tienes que terminar”.
Se guardó un momento de silencio antes del partido en memoria del gran brasileño Pelé, quien falleció el jueves.
El derbi se disputó en medio de denuncias del Espanyol de que se vio perjudicado por la inesperada decisión de un juzgado de Madrid de levantar temporalmente la sanción al delantero del Barcelona Robert Lewandowski.
El tribunal dijo que se debe permitir que Lewandowski juegue hasta que el tribunal administrativo deportivo de España emita un fallo final sobre la apelación que presentó el Barcelona contra la suspensión de tres partidos en la que incurrió en noviembre.
La decisión significó que Barcelona pudo contar con el máximo goleador de la liga para el partido contra su modesto rival del otro lado de la ciudad, que no ha derrotado a la potencia de la liga desde 2009. Espanyol criticó la decisión, tomada un día antes del partido, diciendo que causó «daño irreparable.»
Lewandowski jugó un papel en el gol de Alonso cuando metió la cabeza en un centro y Andreas Christensen luego asintió con la cabeza para que su compañero defensor lo golpeara.
Al tener que jugar ante un Barcelona al completo, el técnico del Espanyol, Diego Martínez, aplaudió la dureza de sus jugadores.
“Como decimos en el vestuario, estamos listos para todo y para competir en cualquier circunstancia”, dijo Martínez. “Debemos estar orgullosos de estos jugadores. Son generosos al ayudarse unos a otros y se apegan al plan incluso cuando las cosas no salen como queremos. El equipo supo mantener la cabeza fría y aprovechar nuestros momentos”.
Joselu había librado una solitaria batalla tratando de ganar balones largos a Alonso y Christensen hasta que finalmente valió la pena cuando ganó un desafío aéreo y Alonso cometió una falta en el área. Joselu se acercó al punto de penalti y perforó su remate por el medio más allá de Marc-Andre ter Stegen.
El portero del Espanyol Álvaro Fernández, llamado por Martínez al once inicial por primera vez desde octubre, impresionó con paradas clave en la recta final. Detuvo un cabezazo de Christensen y bloqueó un tiro raso de Lewandowski mientras el Barcelona presionaba por el gol de la victoria.
“Estoy muy feliz por él”, dijo Joselu sobre Fernández. “Ha demostrado su carácter y que es un gran portero”.
Mateu, que entregó un récord mundialista de 17 tarjetas amarillas en la victoria de cuartos de final de Argentina sobre Holanda, mostró 15 tarjetas amarillas, incluidas las dos segundas tarjetas amarillas, en el derbi catalán. También utilizó una revisión de video para retirar una tarjeta roja inicial que había mostrado a Leandro Cabrera del Espanyol por una posible falta sobre Lewandowski en el 80.
