https://www.futbolmundial.com/ Valencia apelará el cierre parcial de su estadio luego del abuso racial dirigido al delantero del Real Madrid Vinícius Júnior en un partido de la liga española, diciendo que el castigo es “injusto y desproporcionado”.
El comité de competición del fútbol español multó el martes por la noche al Valencia con 45.000 euros (48.500 dólares) y cerró una de las secciones del estadio de Mestalla durante cinco partidos en lo que es el castigo más fuerte jamás recibido por un club en un caso de racismo en España.
El castigo fue parte de una fuerte respuesta de los funcionarios del fútbol y las autoridades españolas luego de una gran cantidad de apoyo a Vinícius luego de que los fanáticos de Valencia lo atacaran el domingo.
Valencia apelará el cierre parcial de su estadio luego del abuso racial dirigido al delantero
Vinícius, que es negro, ha sido objeto de reiterados insultos raciales desde que llegó a jugar a España hace cinco años. El delantero brasileño de 22 años criticó duramente a España y su falta de acción contra el racismo tras el último incidente contra él.
“El Valencia quiere manifestar su total disconformidad e indignación por la injusta y desproporcionada sanción impuesta por el comité de competición”, dijo el club en un comunicado la madrugada del miércoles. “El Valencia quiere denunciar públicamente que las pruebas mostradas por el comité contradicen lo que dice la Policía y LaLiga. Esta sanción se basa en pruebas que el club no ha podido ver”.
Valencia también se quejó de que no se le dio la oportunidad de defenderse antes de que se dictara el fallo. El club dijo que ha estado cooperando con la policía desde el principio y ha actuado enérgicamente para condenar lo que sucedió en su estadio.
Valencia dijo poco después del partido que trabajaría con las autoridades para identificar a los responsables del abuso,
y un día después prohibió de por vida a una persona por estar involucrada en el incidente contra Vinícius.
Con la cooperación del club, la policía arrestó a tres personas sospechosas de un crimen de odio por su presunto abuso contra el brasileño el domingo, y todos fueron expulsados de por vida del estadio. El club dijo que esa era la pena máxima que podía imponer.
“Castigar a aficionados que no estuvieron involucrados en estos lamentables hechos es una medida completamente desproporcionada, injusta y sin precedentes”, dijo Valencia. “Lucharemos contra eso hasta el final”.
Las tres personas hablaron con la policía y fueron puestas en libertad mientras continúa la investigación en su contra. Otras cuatro personas fueron detenidas en Madrid tras ser acusadas de colgar una efigie de Vinícius en un puente de carretera en enero.
Aficionados han sido multados y sancionados antes por agredir a Vinícius,
pero hasta ahora nadie en España ha ido nunca a juicio por cargos penales por abusar racialmente de un jugador.
España creó una ley específica contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte en 2007, y desde entonces una comisión antiviolencia compuesta por varias entidades se encarga de vigilar y denunciar los casos que puedan infringir la ley.
Pero la legislación vigente establece que no todos los casos de racismo pueden ser sancionados penalmente, sino sólo aquellos en los que exista un elemento extra que afecte a la víctima. La mayoría de los casos, incluidos muchos similares a los que involucran a los fanáticos en Valencia,
terminan cayendo en una categoría en la que el castigo solo incluye multas y prohibiciones de los estadios.
Al Valencia, que sigue luchando contra el descenso a segunda división,
le resta un partido en casa en Liga esta temporada, ante el Espanyol el domingo. El Espanyol también está tratando de evitar la degradación. Valencia está en el puesto 13, a cinco puntos de la zona de descenso.
El tramo de Mestalla que estará cerrado es de donde salieron los insultos contra Vinícius, detrás de uno de los goles. También es donde normalmente se encuentran los fanáticos más incondicionales del club.
El comité también rescindió la tarjeta roja mostrada a Vinícius luego de un altercado con los jugadores del Valencia al final del juego,
diciendo que la revisión del video no mostró al árbitro imágenes del altercado completo,
incluida la parte en la que el brasileño fue agarrado por detrás por un adversario.
La decisión altamente inusual sorprendió a muchos.
“Los actos de racismo y los insultos deben ser censurados, pero lo que sucede en el campo es diferente”, dijo el entrenador del Barcelona, Xavi Hernández. “Está claro que hubo una agresión (de Vinícius) y me sorprende que me quitaran la tarjeta roja. Una cosa no tiene nada que ver con la otra”.
El martes por la noche, unos 100 manifestantes brasileños se reunieron frente al consulado español en Sao Paulo para condenar el abuso racista contra Vinícius. Los manifestantes corearon “La Liga es racista” y “acabar con el racismo en España y en Brasil” durante cerca de una hora.
