El Mundial de Clubes 2025, celebrado en varias ciudades de Estados Unidos, ha sido golpeado por olas de calor intenso y tormentas eléctricas. Las condiciones adversas están generando preocupaciones sobre la seguridad de los jugadores, el bienestar de los aficionados y la preparación para el Mundial 2026, que también se jugará en EE. UU., México y Canadá.
Altas temperaturas sobre el terreno de juego
Altas temperaturas en el Mundial de Clubes ⚽ pic.twitter.com/Svayg5o1pD
— Jose Zambrano (@zambranojose) June 24, 2025
Las temperaturas han superado los 36 °C (97 °F) con altos niveles de humedad, creando una sensación térmica cercana a los 40 °C en ciudades como Charlotte, Nashville, Miami y Pasadena. Durante el partido entre Benfica y Bayern, varios suplentes optaron por observar el primer tiempo desde el vestuario más fresco. Además, Chelsea acortó su entrenamiento en Philadelphia debido a lo que su técnico calificó como un calor “imposible de soportar”.
El Atlético de Madrid también lamentó el clima: Marcos Llorente declaró sentirse “noqueado” por las condiciones. Se han aplicado varias pausas para hidratación obligatorias cuando la temperatura supera ciertos niveles establecidos por los protocolos médicos, pero jugadores y cuerpos técnicos coinciden en que estas no son suficientes.
Interrupciones por tormentas eléctricas
Foto Thunder12 aqui
Al menos cinco partidos han sido suspendidos o retrasados por tormentas eléctricas, como el encuentro entre Boca Juniors y Auckland City en Nashville. Las evacuaciones de estadios y la incertidumbre logística aumentan las dudas sobre la capacidad de organización en caso de que estas condiciones se repitan durante la Copa del Mundo 2026.
Advertencias sobre la salud y seguridad

Diversas asociaciones de jugadores han manifestado su preocupación por los riesgos físicos que implica competir en este tipo de clima. Las altas temperaturas afectan el rendimiento, elevan la posibilidad de lesiones por deshidratación o golpes de calor, y complican la recuperación entre partidos.
Técnicos como Thomas Tuchel del PSG han criticado la falta de previsión, destacando que “no se puede exigir un rendimiento de élite en condiciones tan extremas”. También se ha sugerido que se reprogramen los horarios de partidos para evitar las horas más calientes del día.
Lecciones para el Mundial 2026
Este torneo funciona como ensayo general para la próxima Copa del Mundo, y las lecciones son claras: se necesitan soluciones estructurales. Se habla de implementar estadios con techado, monitoreo climático en tiempo real, y protocolos más flexibles para suspensiones o cambios de horario.
La FIFA ha afirmado que mantiene los más altos estándares de cuidado para jugadores y aficionados, pero las condiciones actuales han expuesto vulnerabilidades logísticas y médicas que deben abordarse con urgencia.
En definitiva, el Mundial de Clubes 2025 está siendo un campo de prueba no solo deportivo, sino climático. Las altas temperaturas y tormentas eléctricas son un recordatorio contundente de que el futuro del fútbol internacional también depende de cómo nos adaptamos al cambio climático.
