Borussia Dortmund cumplió con lo necesario en Atlanta y venció 2-1 a los Rayados del Monterrey en los octavos de final del Mundial de Clubes de la FIFA 2025. El equipo alemán, guiado por un doblete de Serhou Guirassy, aseguró su lugar en los cuartos de final, donde se medirá nada menos que al Real Madrid, que viene de eliminar a la Juventus.
En un Mercedes-Benz Stadium con más de 31,000 espectadores, los alemanes pegaron rápido. Apenas al minuto 14, Guirassy aprovechó una buena jugada colectiva para abrir el marcador tras asistencia de Karim Adeyemi. Diez minutos más tarde, el mismo Guirassy volvió a marcar tras una pared con el propio Adeyemi, que volvió loca a la zaga mexicana durante la primera parte.
Los Rayados, dirigidos por Domènec Torrent, no se rindieron. Con mayor posesión (59%) y más remates al arco (13 en total, 7 a puerta), mostraron carácter y empuje. El premio llegó al minuto 48, cuando Germán Berterame aprovechó una asistencia de Erick Aguirre para descontar y poner emoción al encuentro. Sin embargo, el esfuerzo no fue suficiente.
Monterrey generó peligro, especialmente por las bandas, pero se encontró con un Kobel sólido en la portería y una defensa alemana que aguantó con lo justo. Pese al dominio territorial, los regiomontanos no lograron el empate, mientras que Dortmund supo resistir el vendaval ofensivo y mantener la ventaja.
En lo individual, Guirassy fue la gran figura con dos goles en la primera mitad, mientras que Adeyemi firmó una actuación destacada con dos asistencias. Por parte de Monterrey, Berterame, Corona y Deossa fueron los más activos, pero les faltó contundencia en los momentos clave.
Ahora, Borussia Dortmund se alista para enfrentar al Real Madrid el próximo domingo 6 de julio en el MetLife Stadium de Nueva Jersey, en un duelo que promete ser uno de los más esperados de la competencia.
Con este resultado, el equipo alemán mantiene viva su ilusión de hacer historia en el renovado Mundial de Clubes, mientras que Monterrey se despide con dignidad y una actuación que deja buenas sensaciones, pero también con la amarga sensación de que pudieron hacer más.
