La tensión política y social en torno al conflicto en Gaza ha llegado al fútbol europeo. Las autoridades policiales de Birmingham han decidido prohibir la asistencia de los aficionados del Maccabi Tel Aviv al partido de la Europa League que se disputará el 6 de noviembre en Villa Park ante el Aston Villa, alegando “motivos de seguridad pública”.
La decisión ha generado una ola de críticas y preocupación internacional, incluyendo al propio primer ministro británico, Keir Starmer, quien calificó la medida como “la decisión equivocada”.
“El papel de la policía es garantizar que todos los aficionados puedan disfrutar del fútbol sin temor a la violencia o intimidación”, expresó Starmer, visiblemente molesto con la medida.
El conflicto detrás de la prohibición
Footage shows Maccabi Tel-Aviv fans verbally abusing and physically attacking a local resident in Amsterdam.
— Sprinter Press News (@SprinterPress) November 9, 2024
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La policía del West Midlands justificó la medida tras considerar el partido de “alto riesgo”, debido a incidentes pasados que involucraron a hinchas del Maccabi, especialmente los ocurridos en Ámsterdam, cuando se enfrentaron al Ajax la temporada pasada, dejando varios detenidos y heridos.
Sin embargo, la decisión ha sido vista por muchos sectores como una forma de discriminación colectiva.
El director ejecutivo del club israelí, Jack Angelides, dijo sentirse “consternado” y advirtió que este tipo de medidas “podrían interpretarse como manifestaciones de antisemitismo”.
El papel de la UEFA y las reacciones políticas
La UEFA —organismo rector del fútbol europeo— emitió un comunicado instando a las autoridades británicas a reconsiderar la prohibición y garantizar el derecho de los aficionados israelíes a asistir bajo condiciones seguras.
La organización Football Supporters Europe, reconocida como órgano consultivo de la UEFA, también expresó su rechazo:
“Una prohibición generalizada de aficionados visitantes sería un hecho inédito en Inglaterra, y las pruebas demuestran que no soluciona los problemas, sino que aumenta los riesgos fuera del estadio.”
Además, figuras políticas como el alcalde de Birmingham, Richard Parker, y el comisionado Simon Foster, solicitaron una “revisión inmediata” y una “solución viable”, incluso con la posibilidad de que el gobierno asuma parte de los costos del operativo policial.
Un contexto de máxima tensión en Europa
El clima social en el Reino Unido se encuentra en alerta máxima tras el ataque a una sinagoga en Mánchester, que dejó dos personas muertas y reavivó los temores por el aumento del antisemitismo.
En paralelo, grupos pro-palestinos han intensificado sus llamados a un boicot deportivo contra Israel, lo que ha generado choques entre comunidades y mayor vigilancia en eventos deportivos.
En Italia, por ejemplo, el reciente partido de clasificación al Mundial entre Italia e Israel se jugó bajo altas medidas de seguridad, con francotiradores en los techos y protestas en las calles de Roma.
Un precedente peligroso
El partido entre Aston Villa y Maccabi Tel Aviv sería el primero en suelo inglés en prohibir oficialmente la presencia de una afición visitante por razones políticas y sociales.
Mientras tanto, la UEFA analiza el caso y busca evitar que la situación siente un precedente en un continente donde el fútbol siempre ha sido visto como un espacio de unidad más allá de las diferencias.
Un contexto de máxima tensión en Europa
Un precedente peligroso