Lima, 18 nov (EFE).- La selección peruana está obligada a remontar el vuelo en la eliminatoria sudamericana a base de más efectividad en ataque y mayor concentración en defensa, dos de sus tareas pendientes desde que el argentino Ricardo Gareca se hizo cargo del equipo.
Con solo un partido ganado y tres perdidos, Perú mostró poco acierto para hacer goles y su defensa quedó en evidencia cuando enfrentó a los mejores delanteros de la competición.
El partido contra Brasil, perdido el martes por 3-0, evidenció esos dos factores, al desperdiciar una clara ocasión de gol cuando iba 0-0 y verse desbordado en defensa por la calidad individual de los atacantes brasileños.
La capacidad de gol de los peruanos quedó concentrada en Jefferson Farfán, que dio un aire nuevo al ataque de la Blanquirroja y anotó tres de los cuatro goles del equipo en la eliminatoria.
El otro gol lo hizo Paolo Guerrero, al que se le vio relegado a un segundo plano en detrimento de Farfán, y también incómodo al haber fallado ocasiones importantes.
El delantero del Flamengo necesita afinar su puntería para que Perú no solo dependa de Farfán en al ataque.
Los nueve tantos recibidos en cuatro partidos demuestra la fragilidad de la defensa, incapaz hasta el momento de mantenerse sólida durante un partido completo.
Perú solo fue capaz de mantener imbatida su portería en el único partido que ganó en la eliminatoria, ante Paraguay por 1-0, y lo hizo «a las justas pero de manera justa», según lo definió Gareca.
Los defensas ganaron el combate cuerpo a cuerpo contra los delanteros paraguayos pero fueron superados con mucha facilidad cuando las virtudes de sus rivales son la técnica y la velocidad, como en el caso de Brasil y Chile, que ganó 3-4 en Lima.
Las opciones de Gareca para mejorar el rendimiento defensivo no pasan por cambiar al completo porque carece de sustitutos que ofrezcan mejores garantías, pero sí por reforzar la primera línea de presión.
Una posibilidad es avanzar al centro del campo a Carlos Ascues, un volante con gran disparo de larga distancia, que hasta ahora Gareca mantiene como defensa central.
Ascues puede entrar en lugar de Carlos Lobatón para formar una rocosa pareja en la medular con Josepmir Ballón, y así ayudar a la defensa a compensar sus carencias.
La labor de creación recaería sobre Renato Tapia, que con 20 años es la mejor noticia de Perú de cara al resto de la eliminatoria después de haber jugado ante Paraguay y Brasil sus dos primeros partidos como titular con la selección.
Tapia demostró el desparpajo, los galones y la visión que tanto había extrañado Perú en su línea de creación desde hacía años.
Además de los ya conocidos Christian Cueva y Joel Sánchez, que tan buen rendimiento dieron a Perú en la última Copa América, otro de los centrocampistas que puede aparecer más en los próximos partidos es Christofer Gonzáles.
El jugador del Colo Colo participó en los últimos minutos contra Paraguay y también dejó muestras del buen trato de balón que Gareca pide.
Perú reanudará su participación en la eliminatoria el próximo año, cuando en marzo reciba a Venezuela en Lima y visite a Uruguay en Montevideo.
