A Coruña (España), 21 nov (EFE).- El acierto del argentino Germán Lux definió el rumbo del derbi gallego (2-0) que enfrentó a su equipo, el Deportivo, y el Celta de Vigo en el estadio de Riazor.
Lux ha conseguido esta temporada, beneficiado por la baja de Fabricio Agosto, el objetivo de tener la continuidad en Primera División que buscaba cuando hizo las maletas la década pasada para cruzar el charco y llegar al Mallorca.
En la isla no había tenido el protagonismo que esperaba y no dudó en aceptar la propuesta del Deportivo en la categoría de plata en 2011 para buscar una segunda oportunidad.
La encontró en la temporada 2013-14 en Segunda División y se ganó el derecho a la titularidad en Primera, pero después de siete jornadas, los malos resultados le llevaron al banquillo en beneficio de Fabricio.
Este curso, la lesión del portero canario en el último amistoso de la pretemporada, le abrió las puertas del once, pero necesitaba un partido como el derbi gallego para ganarse un poco más la confianza de Riazor, donde el debate de la portería estaba abierto.
Lux acertó en la jugada clave del partido al atajar un penalti que ejecutó Nolito y permitió al Deportivo conservar la ventaja en el marcador.
En el clásico del fútbol gallego también tuvo protagonismo el internacional uruguayo Jonathan Rodríguez, que regresó al once y disfrutó de varias ocasiones que no pudo convertir.
Su técnico, Víctor Sánchez del Amo, dejó en el banquillo al argentino Jonás Gutiérrez, que tuvo minutos en la segunda parte.
En el Celta, el argentino ‘Toto’ Berizzo apostó por el once esperado, con su compatriota Augusto Fernández y los internacionales chilenos el ‘Tucu’ Hernández y Fabián Orellana entre los elegidos.
El chileno, que ya le había marcado al Deportivo en el derbi, quiso, pero no pudo, Augusto le ayudó en la creación y el ‘Tucu’, que se jugó la expulsión por doble amarilla, dejó el campo a falta de 18 minutos.
Carlos Alberto Fernández
