Barcelona, 19 may (EFE).- El Fútbol Club Barcelona esperará a mañana para adoptar una postura sobre su asistencia institucional a la final de la Copa del Rey en el estadio Vicente Calderón, por su disconformidad con la prohibición de banderas esteladas decretada por la Delegación del Gobierno en Madrid.
Según han indicado fuentes del club, la junta no ha decidido aún sobre los miembros que asistirán al partido, ni si ejercerá presión con la no asistencia de sus directivos, porque primero quiere conocer si la decisión de la Delegación del Gobierno es recurrible.
Por su parte, el vicepresidente del Barça en materia institucional, Carles Vilarrubí, se ha mostrado disconforme con la prohibición de estelades en el Vicente Calderón y ha dicho que la medida «introduce un elemento de crispación a 72 horas del partido absolutamente innecesario».
El representante del Barcelona, en unas declaraciones a los medios, ha reafirmado la posición de la entidad, que anoche envió un comunicado en el que tildaba la decisión de un «desacierto absoluto».
Ayer se conoció que la Policía no permitirá que los asistentes a la final de la Copa del Rey, el próximo domingo entre el Sevilla y el Barcelona (21:30 horas), introduzcan en el Vicente Calderón banderas esteladas, al no estar permitido por la Ley del Deporte, según sostiene la Delegación del Gobierno.
Este asunto fue uno de los puntos abordado en la reunión para ultimar el dispositivo de seguridad para la final de la Copa que se celebró en la Delegación del Gobierno, presidida por la delegada, Concepción Dancausa.
El vicepresidente del Barcelona cree que la medida restrictiva para los seguidores que querían acudir con la bandera independentista «sólo se puede entender desde una clave no deportiva, y es política. Nosotros no tenemos que entrar en este tipo de debate y lo que tenemos que hacer es defender los derechos individuales de nuestros socios, y que se expresen de forma libre».
Además, Vilarrubí ha emplazado a la Federación Española de Fútbol «a que se pronuncie sobre el asunto, como organizadora de la competición».
La idea en la que trabaja el club barcelonista en estos momentos es, a través de sus servicios jurídicos, contemplar la posibilidad de recurrir la decisión de la delegada del Gobierno en Madrid.
