Después de 13 años vistiendo de blanco, el legendario centrocampista croata Luka Modric vivió una emotiva despedida en el Santiago Bernabéu durante su último partido en casa con el Real Madrid. El jugador de 38 años fue ovacionado por toda la afición mientras se retiraba del campo visiblemente conmovido, siendo recibido por su familia en el césped.
Modric, que llegó al club en 2012 procedente del Tottenham, ha sido pieza clave en la era más exitosa del club en los últimos tiempos. Durante su trayectoria como madridista conquistó cinco Champions League, tres títulos de LaLiga y numerosos trofeos nacionales e internacionales, además de obtener el Balón de Oro en 2018.

En el minuto 80 del encuentro, el técnico Carlo Ancelotti decidió sustituir a Modric para que el público pudiera rendirle homenaje. El estadio se vino abajo en una ovación cerrada mientras el croata agradecía con lágrimas en los ojos. Al final del encuentro, el número 10 regresó al terreno de juego acompañado de su esposa y sus hijos, recibiendo una última muestra de cariño del madridismo.
Aunque todavía no se ha confirmado oficialmente su futuro, los rumores apuntan a que podría poner fin a su carrera europea o aceptar una oferta en el fútbol árabe o estadounidense.
Con su salida, el Real Madrid cierra un capítulo dorado con uno de los mediocampistas más elegantes y respetados de la historia del fútbol.