Ronaldo Nazário, una de las leyendas más grandes del fútbol mundial, llegó al Real Valladolid el 3 de septiembre de 2018 con una promesa de transformación. Su adquisición del 52 % de las acciones del club por 30 millones de euros fue recibida con júbilo por la ciudad. Sin embargo, tras cinco años de altibajos, tres descensos y un progresivo distanciamiento con la afición, el exastro brasileño ha abandonado su inversión dejando un sabor agridulce en Valladolid.
🟣 RONALDO NAZÁRIO DEJA DE SER MÁXIMO ACCIONISTA DEL REAL VALLADOLID
— Post United (@postunited) May 23, 2025
💸 Un grupo de inversión norteamericano ha comprado las acciones pic.twitter.com/IVXjwwZCYO
Desde el inicio, la llegada de Ronaldo generó euforia. Fue recibido como un salvador, con la esperanza de posicionar al equipo en la élite del fútbol español e internacional. Instituciones, empresarios y aficionados se volcaron con el nuevo propietario, quien no tardó en prometer metas ambiciosas, incluso una futura clasificación a la Champions League.
Los primeros pasos fueron alentadores. Se renovó el estadio José Zorrilla, se eliminaron los fosos y se modernizaron instalaciones. Pero, con el tiempo, las decisiones deportivas comenzaron a pasar factura. Delegó responsabilidades en ejecutivos que no estuvieron a la altura, como se evidenció con la polémica salida de Fran Sánchez y la llegada de Domingo Catoira a la dirección deportiva.
Ronaldo Nazário🇧🇷
— Forgotten Legs (@Forgottenlegs) May 22, 2025
He is based in Spain as majority owner and president of Real Valladolid, currently selling his stake after the club’s relegation. He also runs sports agency 9ine, managing stars like Neymar, and faces a legal challenge over Valladolid’s capital increase. pic.twitter.com/K3oVPpCxXJ
El primer descenso fue un golpe duro, pero el ascenso inmediato ofreció un respiro. El segundo descenso siguió el mismo patrón: un revés amortiguado por la vuelta rápida a Primera. Sin embargo, el tercer descenso, en esta temporada 2024-2025, marcó el colapso definitivo del proyecto Ronaldo Nazário Real Valladolid.
Uno de los grandes errores fue mantener a Paulo Pezzolano como entrenador, pese al rechazo de la afición. Su actitud arrogante y provocadora no ayudó a un vestuario que necesitaba liderazgo y empatía. Mientras tanto, Ronaldo parecía más centrado en su vida social que en el club. Su ausencia en partidos cruciales, sus apariciones en fiestas o eventos deportivos fuera de Valladolid y su interacción superficial en redes sociales alimentaron el descontento de las peñas y seguidores.
Ronaldo Nazário vendió su participación tras consumarse el tercer descenso. Deja un club sumido en incertidumbre, con una afición desencantada y una ciudad que alguna vez creyó haber encontrado al presidente ideal.
Su paso por el Real Valladolid es un caso emblemático de cómo el carisma y el prestigio deportivo no siempre se traducen en éxito como gestor. El sueño de ver a Ronaldo liderar un club hacia la gloria se desvaneció entre errores de planificación, desconexión con la afición y resultados deportivos decepcionantes.
