A Coruña, 21 nov (EFE).- La tranquilidad ha imperado en las horas previas al derbi gallego entre el Deportivo y el Celta de Vigo, con los seguidores de ambos equipos pendientes del clásico de la Liga española entre el Real Madrid y el Barcelona, que se disputa a más de 600 kilómetros de distancia.
El partido estrella de la Liga condicionó las horas anteriores al Deportivo-Celta, aunque atrajo a muchos aficionados a los bares próximos al estadio de Riazor, donde se escucharon cánticos propios del derbi gallego mientras las pantallas mostraban las imágenes del encuentro del Santiago Bernabéu.
Con el clásico de Madrid aparentemente resuelto en el arranque de la segunda parte, se incrementó el goteo de seguidores gallegos hacia Riazor con el objetivo de recibir al equipo local, el Deportivo.
El encuentro de A Coruña fue declarado de alto riesgo por la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte y las Fuerzas de Seguridad estuvieron atentas a los movimientos de los hinchas a lo largo de la tarde, con varias patrullas tanto de la Policía Nacional como de la Local en las inmediaciones del campo.
En A Coruña se ha montado un amplio despliegue policial, con más de 200 efectivos de la Policía Nacional, a los que se han sumado los agentes de la Local, 90 miembros de la seguridad privada del Deportivo, 40 voluntarios de Cruz Roja y 35 integrantes de Protección Civil.
El dispositivo se concretó el pasado jueves en una reunión de coordinación en la que participaron los máximos responsables de los cuerpos policiales y que estuvo presidida por el subdelegado del Gobierno en A Coruña, Jorge Atán.
El despliegue policial se ha mantenido operativo desde la víspera del partido y continuará durante su celebración y una vez finalizado.
A diferencia de los últimos derbis, en los que el Celta estuvo arropado por más de 2.000 seguidores en Riazor, el primero de esta temporada ha movido a menos de mil vigueses, ya que el intercambio de entradas entre ambos clubes para los dos choques de la Liga 15-16 se limitó a 630 por las obras que se están ejecutando en el campo del Celta de Vigo, donde se disputará el de la segunda vuelta.
A esos abonados del Celta que tuvieron acceso a las entradas se les indicó que tenían que estar en Riazor a las 21 horas para acceder por la puerta 20 del estadio con tiempo y el carné en la mano por las identificaciones.
Al resto de los aficionados de Riazor también se les ha pedido que acudan con antelación por las medidas de control que se han implementado para esta ocasión.
