Madrid, 29 nov (EFE).-
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— LEO MESSI-NEYMAR-LUIS SUÁREZ.
El Clásico ha instalado al Barcelona en un momento excelso, anuladas de golpe las dudas del inicio de temporada y dejando una imagen de imbatible que se gestó sin Messi y se agranda con el regreso del mejor jugador del mundo. El paso al frente sin el astro argentino fue compartido entre Neymar y Luis Suárez. Creció el protagonismo de ambos y no se ha rebajado con la vuelta de Leo.
La ‘MNS’ está lista para marcar una época y quiere repetir lo acontecido en el ‘Balón de Oro’ 2010 cuando el ‘podium’ fue azulgrana. De Messi, Iniesta y Xavi al presente con tres delanteros que han marcado 30 de los 33 goles del Barcelona en Liga. Ellos solos suman más goles que toda la plantilla del Real Madrid (28). El punto más alto del equipo de Luis Enrique llega para asentarse como líder en la Liga, sentenciar el grupo de Liga de Campeones y ver en el horizonte el reto de convertirse en el mejor club del mundo en el Mundial de Clubes. La magia de Neymar, la pegada de Luis Suárez y la vuelta del jugador de dibujos animados Messi, vuelve a hacer soñar a la afición azulgrana.
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— GARETH BALE.
Cerró en Ipurúa la mejor de sus semanas de la temporada Bale, recuperando su versión más desequilibrante en Lviv en Liga de Campeones en cuanto cayó a la banda izquierda, su zona natural, y finiquitando su mala racha sin marcar en Ipurúa. Tras las dos asistencias de gol a Cristiano frente al Shakhtar, ante el Eibar abrió el camino con un testarazo a un trabajado triunfo que levanta al Real Madrid del bache tras perder ante Sevilla y Barcelona.
No marcaba desde el 29 de agosto Bale, demasiado tiempo para un jugador que junto a Cristiano y Karim Benzema debía de asumir la responsabilidad del gol. Abandonada la banda derecha, esta temporada Benítez le busca un sitio. Su sitio es la izquierda pero convencer a Cristiano que la abandone definitivamente es una tarea compleja. El cambio de posiciones durante los partidos es tirar por la calle del medio y cuando Gareth cae a la izquierda vuelve a mostrar el fútbol por el que el Real Madrid pagó 100 millones de euros. Recuperado de sus lesiones en el gemelo ahora busca continuidad en su rendimiento. Su equipo lo necesita para regresar a la regularidad.
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— TIAGO MENDES.
El Atlético pierde un futbolista esencial en los próximos cuatro meses, el tiempo estimado de recuperación de la fractura de tibia de la que fue operado este domingo el medio centro portugués. Es una baja impactante y de máxima transcendencia para un conjunto que giraba sobre su anticipación, su mando, su colocación y su ritmo.
Es el «dueño cerebral del equipo en la mitad de campo», destacó hace una semanas su entrenador, el argentino Diego Simeone, obligado ahora, justo cuando ya había definido once y sistema tipo, a una nueva reinvención, sin tiempo para la duda, y a la elección acertada de un sustituto para una posición determinante en el Atlético entre Saúl Ñíguez, más probable, Thomas Partey o el traslado de Koke. En enero habrá una opción más: el argentino Matías Kranevitter.
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— NUNO ESPÍRITO SANTO.
La situación de Nuno se había convertido en insostenible y aunque el técnico portugués no dijo abiertamente que ha decidido junto a los jefes del Valencia que deja el banquillo, se despidió tras la derrota en el Sánchez Pizjuán de Sevilla. Antes del encuentro ya lo había hablado con Peter Lim y nada frenará la salida de un técnico que devolvió al club a Liga de Campeones pero que ha perdido crédito a cada partido de la presente temporada.
Mestalla nunca fue plaza fácil para técnicos. Algunos que dieron títulos escucharon cánticos en su contra de la grada en el pasado. Nuno tomó decisiones complejas. El pulso con Álvaro Negredo acabó perjudicando al equipo. La afición se puso de parte del jugador y el técnico quedó señalado. Solo los resultados le respaldarían y no han llegado. La imagen pobre del equipo, la situación del vestuario, la mala gestión de una inversión millonaria, la complicación en Liga de Campeones de un grupo que tenía encarrilado, el mal momento en Liga. Todo unido empuja a Nuno al adiós. Ya habla en pasado del Valencia.
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— SERGIO ESCUDERO.
El amigo de Raúl en Alemania vivía una temporada difícil en Sevilla, lesionado nada más llegar en el salto de calidad que daba desde el Getafe, con posterior recaída y unos meses iniciales que complicaron aún más su adaptación. Escudero respondía al perfil que pedía Unai Emery para reforzar sus laterales y fue la sorpresa en el once en un duelo importante ante el Valencia.
El debut oficial 149 días después de su fichaje, tardó en llegar pero no le pudo dejar mejor sabor de boca. Escudero firmó un golazo, enganchando en el aire con un gran gesto técnico un pase con el exterior de Ever Banega. Su zurdazo, potente y colocado, dio tres puntos de oro al Sevilla. Acabó medio lesionado con un golpe. Se marchó con hielo del estadio. Pero nada frena su gran día. Desde ahora, volviéndose a sentir futbolista, comienza una nueva etapa de su carrera.
