Madrid, 6 dic (EFE).-
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— KARIM BENZEMA.
El fútbol lo cura casi todo. Benzema, inmerso en un proceso que se ha convertido en cuestión de estado en Francia y que provoca que políticos pidan que no vaya a la selección, necesitaba jugar y recuperar sensaciones perdidas. Su técnico, Rafa Benítez, transmitía un mensaje de normalidad en rueda de prensa pero mostraba otro en sus alineaciones.
Desde el Clásico Karim no era titular y demostró con su doblete al Getafe que lo que demandaba era minutos. Sus dos goles calmaron el clima crispado que se respiraba en el estadio Santiago Bernabéu. Alcanza ocho dianas en Liga, siete al primer toque mostrando su faceta más goleadora, con una media imponente de un tanto cada 76 minutos. La campaña más tormentosa de Benzema es la que mejores registros personales está dejando desde que llegó al Real Madrid.
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— LUIS SUÁREZ.
En Mestalla se vieron las dos caras de Luis Suárez. En su carrera el éxito con la polémica han convivido en extremos por los que ha transitado el uruguayo y ha pagado los castigos más duros para un futbolista. Del ‘matador’ imparable al jugador de calle que está en todos los piques. Esa imagen de ‘canchero’ la recuperó ante el Valencia.
‘Lo piso sin querer y cuando me doy cuenta le pido disculpas. Son cosas que ocurren en la cancha’, justificó Luis en la acción en la que clavó sus tacos sobre Abdennour en una de esas acciones imposibles de ver para los árbitros y que sólo el espectador lo puede apreciar por televisión. Segundos después metía el cuerpo a Jaume para una caída dolorosa del portero. Y en plena efervescencia, con todo un estadio en su contra, sacó una definición de goleador nato para extender la mejor de sus rachas en España y de toda su carrera, autor de doce goles en sus ocho últimos encuentros.
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— PACO ALCÁCER-SANTI MINA.
Todo se perfilaba en contra del Valencia. Hasta nueve bajas frente a un equipo que parecía imposible de frenar, el Barcelona lanzado desde la inyección del Clásico. Con el adiós de Nuno reciente y un equipo mermado que tiró del orgullo que enamora a la exigente afición de Mestalla. Uno de sus mejores partidos del curso para frenar al líder, un ejemplo de entrega que tuvo su premio en una acción de Paco Alcácer y Santi Mina.
La maniobra de Alcácer, el guerrero que peleó por cada balón en busca de premio, no tuvo opción de remate pero sí para mostrar su calidad. En carrera, controlando con técnica sintiendo el aliento de Piqué y Mascherano, para dejar una asistencia a Santi Mina. El latigazo del jugador llegado del Celta fue imparable para Bravo. La racha de 525 minutos sin encajar un tanto se cortó. El primer gol de Mina de valencianista tenía una bonita sensación de rabia. Marca un antes y un después en la temporada de un equipo que andaba a la deriva.
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— DIEGO GODÍN.
El jefe de la zaga del Atlético de Madrid recuperó su pegada en una acción en la que pocos jugadores sacan más provecho que él. Godín, pieza clave en la pizarra del ‘Cholo’ Simeone en acciones de estrategia, marcó de cabeza, como no, un gol especial. De sus 17 tantos para el club rojiblanco, 16 fueron con la testa.
En la cabeza del central uruguayo, tras ver entrar la pelota y dejar el partido a favor de su equipo en Granada, estaba un jugador con el que comparte liderazgo en el grupo: Tiago. Su primer gol de la temporada tuvo una celebración emotiva, camiseta rojiblanca al cielo con el nombre de un jugador gravemente lesionado al que va a ser complicado no echar de menos. Godín ya es el tercer defensa más goleador de la historia del Atlético de Madrid. Un futbolista de carácter, defensor que firmaría cualquier equipo del mundo, que marca las señas de identidad de un club que recorta puntos al líder y cree en sus opciones de volver a ser campeón.
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— ANTONIO SANABRIA.
El Sporting de Gijón encuentra en una cita trascendental, marcado en rojo en su particular calendario, ante un rival directo por la permanencia como la UD Las Palmas, al goleador que tanto desea Abelardo. El paraguayo Sanabria pide paso como referente ofensivo con un triplete para la historia en El Molinón, que devuelve la esperanza a una afición fiel que nunca pierde la fe.
Acortó Sanabria los plazos de una lesión que le ha marcado en lo que va de temporada, una rotura de fibras de grado 2 en su cuádriceps izquierdo, y hoy firmó sus primeros goles en El Molinón para acabar convirtiéndose a sus 19 años en el más joven de la historia del club en marcar tres tantos en un encuentro. Desde el mítico Bilic la mareona rojiblanca no veía a uno de los suyos tener tanta efectividad en un encuentro en la elite. Cedido por la Roma, la directiva ya trabajaba en la renovación de su cesión.
