Asunción, 21 may (EFE).- Cerro Porteño goleó hoy por 2-5 a General Díaz en su último partido del torneo Apertura, resultado que no consuela ni refleja la irregularidad mostrada en una temporada marcada por el cambio de entrenador, la eliminación de la Copa Libertadores y los problemas con jugadores.
Con un saldo de nueve victorias e igual número de derrotas, además de cuatro empates, Cerro Porteño terminó la liga en la mitad de la tabla, con 31 puntos, cuando aspiraba a ser protagonista en el torneo Apertura y la Copa Libertadores.
Así se anunció tras el fichaje del técnico venezolano César Farías y de jugadores como el delantero de Santo Tomé y Príncipe, Luis Leal, quien, a pesar de sus 12 goles en el torneo local, es uno de los señalados por la prensa por la caída de su rendimiento al final de la temporada.
El proyectó comenzó mal desde los primeros partidos y empeoró en el ecuador del torneo, a medida que Cerro Porteño perdía terreno.
Precisamente, la Libertadores fue la condena de Farías, a quien le rescindieron el contrato tras la derrota en el partido de la fase de grupos contra el Cobresal chileno (2-0), que venció a los azulgranas pese a que había perdido todos sus compromisos.
El club recurrió al técnico paraguayo Gustavo Morínigo, fichado para seguir en la Libertadores y enderezar el rumbo en el Apertura.
Con Morínigo, los azulgranas se clasificaron a última hora para los octavos de final de la Libertadores, pero claudicó tanto en la ida en Asunción (1-2) como en la vuelta en Buenos Aires (3-1) ante Boca Juniors.
Además, la llegada de Morínigo causó tensiones en el vestuario, pues cuestionó el trabajo de referentes como el defensa Fidencio Oviedo y el volante de origen argentino Jonathan Fabbro.
De hecho, Fabbro no fue convocado para el partido en Buenos Aires contra Boca Juniors después de que días antes el jugador increpara de forma pública al técnico por cambiarle en el intermedio del partido contra Sol de América (2-2).
La victoria en su último partido del Apertura, este viernes contra General Díaz, supone el final de una página que quiere pasar cuanto antes la directiva del club, que ha ratificado a Morínigo pero anunció cambios en el plantel.
