Sevilla, 3 abr (EFE).- El técnico del Sevilla, Unai Emery, admitió tras perder 1-2 con la Real Sociedad su «sensación de frustración» al romperse la racha de diecisiete victorias -trece en Liga- que llevaban en casa, pero abogó por «mantener la ilusión», más aún ante la próxima eliminatoria de Liga Europa con el Athletic.
«Ahora es cuando se valora lo difícil que es tener esa racha en casa. El reto cada vez era más grande, era nuestra motivación y nuestra ambición en cada partido, sabiendo que en todos los partidos el nivel de acierto y de exigencia tenía que ser muy alto», declaró en rueda de prensa el entrenador guipuzcoano.
Por ello, añadió, siente «una sensación de frustración» por una derrota que consideró que ha llegado por «dos errores muy marcados, que han afectado al devenir del partido», pues la Real «apenas ha tenido opciones», pero ha aprovechado esos dos fallos que «hay que ajustar» y que se comprometió a «trabajar para que no se repitan».
Después de esos errores, según Emery, «poder levantar ese 0-2 era el mayor reto que hemos tenido esta temporada en nuestro estadio» y aunque al final no pudieron lograrlo, «el equipo ha tenido carácter y ha reaccionado, pero ha faltado acierto», por lo que está «contento con el trabajo» de sus futbolistas.
«Ahora valoro esa racha de victorias -diecisiete consecutivas entre todas las competiciones-, aun sabiendo que cuantos más partidos pasaban, más cerca iba a estar la derrota», subrayó el técnico sevillista, que insistió en que ahora hay que «ilusionarse y pensar en la eliminatoria europea contra el Athletic de Bilbao».
Aseveró que deben «tener una atención alta» en esa eliminatoria, que les «mantiene muy conectados con seguir compitiendo hasta el final», con lo que deben continuar su «camino, basado en ganar el máximo número de partidos posible y en mantener la ilusión».
No obstante, reconoció que el Villarreal «sigue siendo favorito» para el cuarto puesto, «ahora con tres puntos más» de ventaja, pero que también tienen que pelear por la quinta o la sexta plazas con el Celta y el Athletic, y aseguró que «ahora llegan tres semanas de un nivel altísimo» y que deben «trabajar y competir en las tres competiciones, no se puede dejar ninguna».
