Barcelona, 20 may (EFE).- El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha pedido hoy al Gobierno que cese la delegada en Madrid, Concepción Dancausa, y ha reclamado también que rectifiquen la actitud «desafiante» que han mostrado, a su juicio, algunos ministros del Ejecutivo central.
«Cuando un representante intenta conculcar un derecho democrático y no se sale con la suya, debe asumir responsabilidades», ha afirmado Puigdemont en una conferencia de prensa, en la que ha pedido que dimita Dancausa.
«Un poder público que ha intentado impedir un derecho democrático básico como es la libertad de expresión: esto exige asumir responsabilidades; de entrada, una dimisión y, si no, cese», ha afirmado.
En esta línea, ha señalado que en un «país normal» una dirigente como Dancausa, que «ha intentado prohibir una estelada perfectamente legal», el gobierno la «cesaría».
El presidente catalán ha confirmado que asistirá el domingo a la final de la Copa del Rey en el Vicente Calderón entre el Barcelona y el Sevilla, tras la decisión del juez de anular el veto a las esteladas que había decretado Dancausa.
Puigdemont, que ha comparecido en el Palau de la Generalitat tras regresar de Palma de Mallorca, ha hecho hincapié en que la decisión de la delegada en Madrid ha causado «discrepancia en las valoraciones» que han hecho diferentes miembros del Gobierno central.
El presidente catalán ha pedido que «rectifiquen» los ministros que han defendido con actitud «desafiante» la decisión de Dancausa y ha hablado concretamente de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, a la que ha preguntado de qué palabras sería él prisionero: «¿De democracia, de libertad de expresión, de respeto a los ciudadanos?».
«Tienen un problema muy serio si creen que palabras como ‘democracia’ pueden encarcelar a alguien; yo ya sé que intentan encarcelar o condenar a quien ha garantizado el ejercicio de la democracia», ha añadido en alusión a los procesos judiciales contra exconsellers y el expresidente Artur Mas por el 9N.
Puigdemont ha descartado hacer una petición formal al máximo representante del Gobierno que acuda el domingo al Vicente Calderón, porque considera que es una demanda política que ya da por verbalizada.
El presidente catalán ha evitado valorar la posición que ha adoptado el FC Barcelona en la polémica al tratarse de un «club privado», pero ha dejado claro que él, como representante institucional, no podía ser «cómplice» de una privación del derecho a la libertad de expresión.
Ha recalcado que la Generalitat no ha sido responsable de politizar el conflicto, porque no fue quien dio la orden de impedir la exhibición de esteladas.
Puigdemont ha puntualizado que en ningún momento ha cambiado de opinión, ya que desde un principio quería acudir al partido pero con la condición de que no se vetaran las esteladas.
