El Real Madrid cumplió en su regreso y fulminó al Eibar por marcador de 3-1 en el estadio Alfredo di Stéfano. Pese a las complicaciones en el complemento; los de Zidane, que tuvieron a Karim Benzema como figura, mantienen la esperanza de alcanzar el título de LaLiga.
Corrían los primeros cuatro minutos del partido, cuando Benzema retrasó el balón para Kroos; quien con una pincelada colgó el balón al ángulo. Pese al vuelo de Dmitrovic, la mano del arquero no pudo alcanzar a desviar el disparo que abrió el marcador; a su vez el VAR dictaminó que no había posición adelantada del ‘Gato’ previo a la jugada de la asistencia.
La vista por momentos incomodó y obligó a los trazos largos. Sin embargo el francés de nueva cuenta fue el encargado de dirigir la orquesta del Madrid. Mediante un pase filtrado el balón cayó para Hazard, quien tocó para Ramos y puso el segundo en el marcador.
Los Ipurúa estaban noqueados, el dominio del conjunto de Zidane era claro y fue entonces que apareció Marcelo (con la zurda característica) para colocar el tercero. Durante el festejo, el brasileño aprovechó para protestar contra el racismo. Esos 45 minutos de antología fueron suficientes para sentenciar el encuentro.
Durante el complemento, el Madrid estuvo más relajado. El balón comenzó a pertenecerle a los pupilos de Mendilibar, presionaron de mejor forma y crearon mejores oportunidades. La recompensa se dio casi de forma insólita al 60′, gracias a un desvío de Bigas, Courtois no pudo quedarse con el balón y se le escurrió entre las piernas. Tras una tortuosa deliberación, el VAR dictaminó que no hubo fuera de juego.
Un par de chispazos del Eibar llegaron y aunque el local sufrió un poco, no terminaron por doblegarse. Sobre el final Vinicius desperdició una oportunidad clara. No hubieron mayores acciones y finalmente el Madrid llegó a 59 puntos, dos por debajo del Barça, tras el cierre de la jornada 28
