Cambió el guion en el segundo acto, pero estaba escrito por el mismo autor
Todo ello, sumado al buen hacer de Calhanoglu con balón y las precisas subidas de Darmian y Dimarco, derivaron en el segundo tanto de la noche, que puso el broche de oro a una primera parte para enmarcar del ariete bosnio. Recibió Dzeko de Bastoni en profundidad, que con espacio tras una mala basculación del Milan, recortó con clase a Tonali dentro del área y la puso al palo largo, rasa, imposible para Tatarusanu, en el minuto 21.
En el supuesto intercambio de golpes que prometía ser el partido, solo hubo un púgil en el cuadrilátero del Rey Fahd en Riad. Vestido de negro y azul, esquinó y golpeó a su contrario de principio a fin.
Cambió el guion en el segundo acto, pero estaba escrito por el mismo autor. El Inter, cómodo, con un resultado muy favorable, dejó de presionar tan alto y cedió el balón al Milan, que intentó sin éxito penetrar la poblada defensa ‘nerazzurra’, liderada por un sólido Skriniar, acompañado de Acerbi y Bastoni, que anularon a Leao, dejando al Milan sin su foco principal de ataque.